Asociación de Bancos afirmó que el nuevo marco legal “demandará importantes esfuerzos” a la industria para adaptarse.
Después de un año y tres meses de tramitación en el Congreso, el proyecto de modernización a la legislación bancaria obtuvo ayer luz verde en la Sala de la Cámara Baja luego de haber alcanzado la venia en el Senado. Ahora el Presidente de la República tiene 30 días para firmar el proyecto.
La reforma a la Ley de Bancos fue presentada por el gobierno de la expresidenta Bachelet el 12 de junio del año pasado y a partir del 11 de marzo, la posta del trabajo legislativo fue tomada por el presidente Sebastián Piñera.
“Es un proyecto que comenzó bajo el gobierno anterior y que nosotros tomamos y trabajamos hasta producir los acuerdos que fueron necesarios”, destacó ayer el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
Para la materializar la Ley de Bancos, Larraín convocó a los senadores de la comisión de Hacienda de la Cámara Alta a una mesa de trabajo, instancia que permitió alcanzar un consenso respecto a la reserva bancaria. Este punto se había transformado en la piedra de tope para su despacho. Al llamado de Larraín acudió la Democracia Cristiana y el PPD, además de los parlamentarios de Chile Vamos. Esta instancia permitió generar un punto de acuerdo, otorgándole atribuciones a la Unidad de Análisis Financiero y al Servicio de Impuestos Internos de acuerdo lineamientos internacionales.
Tras la votación en el hemiciclo de la Cámara Baja -que obtuvo amplia mayoría sobre todo de los sectores de la oposición como la DC, el PPD y el PRSD, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, no ocultó su felicidad en medio de los aplausos de los parlamentarios.
“Esto es una buena muy buena noticia para la institucionalidad financiera de Chile”, dijo Larraín.
El titular de Hacienda indicó que esta ley mejorará la estabilidad financiera del país. Explicó que ésta va a “reducir el pasivo contingente del Estado frente a una crisis financiera, porque los bancos van a estar mejor capitalizados”.
Larraín también aprovechó de llamar a la banca “a determinar la forma en la que van a cumplir con los mayores requerimientos de capital y que se adecuen a la nueva institucionalidad”.
Lo que trae la reforma
La renovada legislación bancaria, que es la reforma más importante en los últimos 30 años para la industria, contempla la actualización de los requerimientos de capital que estarán alineados a los estándares de Basilea III.
Esto significa que la banca tendrá que aumentar su capital mínimo de 8% a 10,5%. Además, se establecen nuevas exigencias de capital que se activarán en casos de emergencias y en términos particulares por el peso de cada banco en la industria y por concentración de cartera. Esto último será establecido por el regulador, lo que implicaría tener una carga de capital de hasta 20,5% para algunas entidades.
La supervisión bancaria también incorporará modificación tras la aprobación de la reforma. La Superintendencia de Bancos e Instituciones será absorbida por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
La ley contempla un plazo de un año como máximo una vez que entre en vigencia el cuerpo legal para que se produzca la fusión, fecha que será elegida por el gobierno dentro de esos 12 meses.
Banca celebra
El presidente de la Asociación de Bancos, Segismundo Schulin-Zeuthen, comentó que “este es un paso significativo y valioso, que esperamos repercuta favorablemente en las evaluaciones del riesgo país”.
Por su parte, el gerente general de Banco Internacional, Mario Chamorro, destacó que “la aplicación de Basilea III eleva el nivel de Chile y lo pone a la par del resto del mundo en términos de regulación bancaria, con un sistema bancario que ya ha sido reconocido como solvente y dentro de los mejores internacionalmente”.
El chief financial officer de Santander, Emiliano Muratore, agregó que “es la principal reforma al sistema financiero de los últimos años, que vemos con muy buenos ojos, toda vez que situará a Chile a la par de los principales sistemas financieros a nivel mundial”.
Pero no todo es celebración, ya que la nueva ley exige a la banca subir sus niveles de capital. “Ahora comenzamos una nueva etapa que demandará importantes esfuerzos de todos los actores para abordar con prontitud su puesta en marcha, para así poder materializar los beneficios que implican los cambios aprobados a la legislación bancaria”, dijo Schulin-Zeuthen.
La tarea pendiente: la definición de los ponderadores de riesgo
Uno de los pasos faltantes tras la aprobación de la Ley de Bancos, es que el regulador defina los ponderadores por riesgo ante los requerimientos de capital que establece la normativa alineada a los estándares de Basilea III. De acuerdo a los cálculos hechos por Bice Inversiones, la industria bancaria tendría que desembolsar cerca de US$ 2.000 millones para llegar a los niveles establecidos por ley. Según un informe de Moody's del año pasado, a esa fecha solo Santander, Banco de Chile y Bci estaban dentro de la lista de las entidades que cumplen con Basilea III. Una de las entidades que tendrá que ponerse con mayor capital es BancoEstado. Estimaciones hechas en 2017 por la administración de la compañía estatal, hablaban de al menos US$ 1.500 millones. Consultado el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, respecto a cómo se abordará la capitalización de BancoEstado, afirmó que "vamos a estar trabajando con ellos para determinar exactamente los montos, la forma de cumplir, los períodos de tiempo y los aportes que deberá hacer BancoEstado y lo que hará el Estado para esto". El presidente de la Asociación de Bancos, Segismundo Schulin-Zeuthen, dijo que en esta etapa es necesario el esfuerzo de todos para lograr la puesta en marcha de la nueva legislación, "para así poder materializar los beneficios que implican los cambios aprobados". Consultado los principales actores de la banca de cómo se preparará ante Basilea III, el CFO de Santander, Emiliano Muratore, indicó que el banco "al ser parte de un Grupo con presencia internacional, ya tiene incorporados los protocolos y áreas que soportan la implementación de BIS III, por lo que estamos en un buen pie para hacer frente a la nueva ley". Anteriormente, Santander había adelantado que establecería un ratio de core capital de al menos 50 puntos base sobre el mínimo en la ley. Banco de Chile, por su parte, hizo un llamado al regulador y comentó que además de la aprobación de la Ley de Bancos es importante que ésta "se implemente apropiadamente a través de normativas y reglamentos, y particularmente en materia de capital se utilicen ponderadores y buffers que no generen desventajas competitivas para la banca local"
Fuente: Diario Financiero
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